La edad, las hormonas, el humo del tabaco o los ambientes secos son algunos de los factores que pueden influir en la sequedad ocular. Para mitigar sus efectos se pueden poner en práctica recomendaciones como las siguientes:
Descansar la vista cada 20 minutos
Cada día se permanece más tiempo delante de una pantalla lo que hace que no se parpadee con frecuencia normal, lo que favorece la sequedad ocular. Por eso se recomienda cada 20 minutos hacer una pausa de 20 segundos mirando a 20 pies (6 metros) para proteger los ojos y parpadear con más frecuencia para permitir que recuperen parte de la humedad que han perdido.
Utilizar lágrimas artificiales
Es uno de los tratamientos más habituales para el ojo seco. Las lágrimas artificiales son compuestos que imitan la composición de la lágrima.
Hacer gimnasia ocular
Hay ejercicios que pueden ayudar a mejorar la calidad de la película lacrimal. Es el caso de forzar tres bostezos seguidos. Esto obligará a tensar con fuerza el conjunto de la musculatura que rodea a los ojos para luego relajarla. Además se puede aprovechar para realizar cinco parpadeos completos de manera lenta y consciente.
Evitar las corrientes de aire
Es importante procurar no exponerse a los movimientos de aire, tanto los naturales como los artificiales, como los aires acondicionados o los ventiladores, ya que podrían secar aún más los ojos.
Usar humidificadores
El aire acondicionado y la calefacción son dos de los factores más habituales en la aparición y empeoramiento del ojo seco. Para contrarrestar sus efectos y aliviar los síntomas se debe intentar ser comedido con su uso o colocar un humidificador en el mismo espacio.
Remedios naturales
El espino amarillo tiene un aceite que es una excelente fuente de omega 7. Entre otras cualidades, esta sustancia nutre, hidrata y protege las mucosas que rodean los ojos, reduciendo los síntomas del ojo seco. Se recomienda tomar una dosis que oscile entre 1 g y 2 g al día.
Alejarse del humo del tabaco
La exposición al humo del tabaco es uno de los factores que aumenta claramente el riesgo de sufrir ojo seco de ahí que se deban evitar los ambientes excesivamente cargados en la medida de los posible.
Lavar los párpados
La aplicación de compresas calientes sobre los ojos y la limpieza suave de los párpados con jabones o toallitas específicamente diseñados para ello pueden aportar un gran alivio. Este hábito puede ayudar a liberar el aceite que se acumula en las glándulas de los párpados, cosa que puede mejorar la calidad de las lágrimas.
La importancia de la dieta
La hidratación es muy importante para la salud, y por supuesto para la sequedad ocular. Aunque se usa la media de 2-3L de agua al día como referencia, lo importante es mantenerse hidratado durante todo el día. Además es clave para la lágrima una buena ingesta de omega 3. Son buena fuente de este componente los pescados azules como el salmón, las sardinas o las anchoas. También se encuentra en los frutos secos o las semillas de lino.