El glaucoma es una enfermedad ocular en la que se daña el nervio óptico que es el encargado de transmitir las señales visuales desde el ojo al cerebro. Si no se trata, puede conducir a la pérdida total de visión siendo la segunda causa más frecuente y evitable de ceguera en el mundo. Para avanzar en su diagnóstico, se está trabajando en una nueva y prometedora prueba genética para su detección que tiene la capacidad de identificar 15 veces más personas con alto riesgo de padecerlo que una prueba genética ya existente.
Este estudio es fruto de la colaboración internacional entre la Universidad de Flinders y el Instituto de Investigación Médica QIMR Berghofer, en Australia, y otros socios de investigación de todo el mundo para identificar los factores de riesgo genéticos del glaucoma, cuyos resultados acaban de publicarse en la revista ‘JAMA Ophthalmology’.
Esta nueva prueba se realiza a partir de muestras de sangre o saliva y tiene el potencial de identificar a las personas de alto riesgo antes de que se produzca una pérdida de visión irreversible. Los miembros del equipo de investigación también están poniendo en marcha una empresa derivada para desarrollar una prueba acreditada para su uso en ensayos clínicos, cuyo reclutamiento se espera que comience en 2022.