Interesada desde siempre por las especialidades médico-quirúrgicas, la Dra. María Gil decidió estudiar oftalmología tras realizar sus prácticas en la Unidad de Retina del Hospital Médico quirúrgico de Conxo. Tras hacer un programa de subespecialización, completó su formación en retina en el prestigioso Manchester Royal Eye Hospital, en Reino Unido, lo que le permitió no sólo ampliar sus conocimientos sino también aprender la metodología de trabajo de otros países. Desde la Unidad de Retina de la clínica intenta ofrecer la mejor solución al paciente, aprendiendo y mejorando sus capacidades permanentemente y participando en ensayos clínicos que puedan mejorar los tratamientos actuales.
¿Siempre tuvo claro que quería dedicarse a la oftalmología?
Siempre me han interesado las especialidades médico-quirúrgicas. Me decanté por la oftalmología tras realizar las prácticas en la Unidad de Retina en el Hospital Médico quirúrgico de Conxo cuando cursaba la carrera de Medicina.
Completó su formación realizando un Fellowship en Retina en el prestigioso Manchester Royal Eye Hospital. ¿Podría contarnos cómo surgió esta oportunidad y cómo ha influido en su trayectoria profesional?
Conocí la existencia de los programas de subespecialización durante un congreso de la Sociedad Española de Retina y Vítreo que se celebró en Madrid. En aquel momento el Prof. Francisco Gómez-Ulla era el presidente de la misma y le comuniqué mi interés en realizar un programa de esas características. La motivación y apoyo transmitidos por su parte, hicieron que me decidiese y, la verdad, fue una opción muy enriquecedora tanto a nivel personal como profesional.
¿Encuentra diferencias entre la organización de la oftalmología en Reino Unido y en España?
En España se trabaja igual de bien que en el Reino Unido, de hecho los oftalmólogos españoles somos muy bien recibidos. Además, las guías de práctica clínica que se siguen en España guardan relación con las europeas. Sin embargo, siempre está bien ampliar fronteras por dos motivos; el primero, para ver lo que hacen en otros lugares y el segundo, para valorar aún más lo que se hace aquí.
Es una de las especialistas de la Unidad de Retina de la clínica, una unidad con reconocida proyección internacional. ¿Qué le aporta tanto personal como personalmente trabajar en el Instituto Oftalmológico Gómez-Ulla y en concreto en la Unidad de Retina, Mácula y Vítreo?
Para mi es una suerte poder trabajar en el Instituto Oftalmológico Gómez-Ulla donde aprendo y trabajo para ayudar a nuestros pacientes. La verdad es que es un placer poder trabajar y aprender con grandes profesionales como son mis compañeros, a los cuales admiro.
¿Cómo contribuyen desde esta Unidad a mejorar el impacto en la calidad de vida de los pacientes con afecciones en retina?
En esta unidad, al igual que en otras de la clínica, se trata de mejorar la agudeza visual de nuestros pacientes o al menos enlentecer la pérdida de visión. Además, intentamos estar actualizados y participar en ensayos clínicos que puedan mejorar el tratamiento. Asimismo, existe un área de optometría en la que se ayuda con terapia visual y ayudas de baja visión a aquellos pacientes para los que desafortunadamente no existen tratamientos.
En su formación investigadora acumula numerosas comunicaciones en congresos nacionales e internacionales. ¿Recuerda cómo empezó su formación investigadora? ¿Qué le motiva a continuarla?
Mi interés por la investigación deriva de la curiosidad y la idea de tratar de entender o mejorar los tratamientos existentes. Mi formación investigadora empezó con un máster de ciencias de la visión de la Universidad de Santiago de Compostela y desde entonces he ido haciendo pequeñas aportaciones.
¿Qué destacaría de la participación en los congresos científicos? ¿Ayuda a generar colaboraciones futuras?
Sí, en la época actual con la pandemia Covid toda esta actividad se ha reducido o cambiado a modalidad online. Esto hace que la comunicación personal sea más difícil, pero permite establecer colaboraciones nacionales e internacionales fructíferas.
Ha participado también en la publicación de numerosos artículos en las revistas más prestigiosas del campo de la oftalmología. ¿Recuerda cuál fue la primera de ellos?
El primero de ellos fue un trabajo realizado sobre DMAE, en concreto sobre vasculopatía polipoidea, un trabajo dirigido por Maribel Fernández al que le tengo especial cariño y en el que se recopilaba el tratamiento de pacientes realizado por la Dra. Fernández que generosamente compartió conmigo y en el que también estaba presente el Prof. Gómez-Ulla.
¿Qué metas le gustaría cumplir en su futuro profesional?
Seguir aprendiendo y mejorando mis capacidades con el objetivo de mejorar el tratamiento y diagnóstico de mis pacientes.