Coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Diabetes, que tendrá lugar el sábado 14 de noviembre, desde el Instituto Oftalmológico Gómez-Ulla se incide en la importancia del diagnóstico precoz para lograr evitar la pérdida grave de visión que experimentan los pacientes que padecen esta dolencia.
Se estima que esta patología ocular es la primera causa de ceguera irreversible en edad laboral, afectando a más de 70.000 gallegos. Según el informe de la ONCE de 2012, fue la sexta causa de afiliación en Galicia, habiendo un total de 261 personas afiliadas a esta Organización por ceguera legal originada por retinopatía diabética.
Esta patología ocular afecta a la retina de los pacientes que tienen diabetes, haciendo que los vasos sanguíneos que suministran sangre a la retina se lesionen por el alto nivel de azúcar, volviéndose frágiles. Esto provoca edema o hemorragias que derivan en pérdida de agudeza visual. Tanto las personas con diabetes tipo 1 como con diabetes tipo 2 están en riesgo de padecer esta afección, siendo cuatro veces más frecuente en los diabéticos tipo 1.
En la actualidad tan sólo el 20-30% de los diabéticos se somete a una revisión anual de retina para detectar enfermedades visuales vinculadas a esta enfermedad. De hecho más del 50% de las personas ciegas por diabetes nunca había acudido al oftalmólogo.
“Los riesgos de desarrollar retinopatía diabética se incrementan con el paso del tiempo. Debemos tener en cuenta que el 23% de los pacientes desarrollarán esta patología tras 5 años con diabetes, el 60% la padecerán a los 10 años y el 80%, a los 15 años”, explica el Prof. Francisco Gómez-Ulla, director médico del Instituto Oftalmológico Gómez-Ulla.
De hecho una persona con diabetes tiene un 50% más de probabilidades de padecer complicaciones asociadas a la visión en un periodo de 10 años.
Costes de la ceguera por diabetes
Esta afección ocular implica un coste superior a los 7.000 euros anuales por paciente con retinopatía diabética que padezca ceguera, asociado a la pérdida de productividad. Además del coste económico, la ceguera tiene una serie de implicaciones sociales que transcienden más allá de su propia discapacidad como son la depresión, la dificultad para llevar una vida normal, la falta de adaptaciones en los puestos de trabajo y la dificultad para incorporarse al mercado laboral.
“A pesar de ser la primera causa de ceguera irreversible en edad laboral, curiosamente la retinopatía diabética es también una afección visual evitable si se logra detectar y tratar a tiempo, logrando evitar la pérdida grave de visión en la mayoría de los casos”, concluye el director médico del Instituto Oftalmológico Gómez-Ulla.
Para disminuir el riesgo de padecer retinopatía diabética es fundamental que el paciente controle su nivel de glucosa en sangre consumiendo alimentos saludables, haciendo ejercicio regular, revisándose el azúcar en sangre tantas veces como lo indique el diabetólogo y tomando sus medicamentos o insulina.