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Capital de Galicia, Compostela se ha convertido en símbolo de unidad mundial gracias a la repercusión adquirida por el Camino de Santiago como ruta milenaria de acceso a la ciudad de piedra a la que ya aludía Valle-Inclán en sus obras. Una ciudad de acogida que permanece eterna a los ojos de los peregrinos que la visitan y que cautiva a las grandes personalidades de todo el mundo que sucumben a su paseo por la historia: desde máximos mandatarios de Estado y Gobierno, a premios Nobel y líderes empresariales, culturales y académicos.
Y como reza el dicho, ‘Caminos a Santiago, tantos como peregrinos’, la ciencia también tiene su propio camino. Galicia es cuna de grandes científicos en distintas áreas de la salud. Gallegos ´número uno’, embajadores de la Comunidad que contribuyen con su trabajo y dedicación a posicionar a la medicina gallega en el ranking de la excelencia sanitaria. Y lo hacen conservando su idiosincrasia como sello de identidad global.
Por ello, se debería promocionar – todos deberíamos hacerlo- Santiago como ciudad de congresos, especialmente en el campo de la ciencia y la salud, un hecho que contribuiría de manera notable a la riqueza patrimonial de la ciudad. Su Facultad de Medicina, una de las primeras que se construyeron para la Universidad de Santiago, con más de 500 años de antigüedad, o sus centros de investigación como el CIMUS o el IDIS, avalan el prestigio científico de esta ciudad que ha dado sobradas muestras de preparación para albergar algunas de las citas nacionales e internacionales más importantes en el campo de las distintas especialidades médicas como el 38º Congreso Europeo de Tiroides, que reunió el pasado año a más de 1.200 especialistas procedentes de más de 60 países de todo el mundo, o el Congreso de la Sociedad Española de Cardiología del 2014, que congregó en la capital de Galicia a más de 2.000 cardiólogos de España y América, por citar algunos ejemplos.