Un algoritmo de aprendizaje profundo (deep learning) puede predecir el sexo de una persona, simplemente analizando la retina en una foto del fondo de su ojo. Se trata de un avance relevante ya que a día de hoy los científicos no saben como hacerlo al desconocer cuáles son las características que diferencian la retina de hombres y mujeres. Se trata, por tanto, de un claro ejemplo de lo que el deep learning puede llegar a conseguir.
Para lograrlo se entrenó un algoritmo de deep learning con 84.743 fotos del fondo de ojo procedentes del Biobanco de Reino Unido. Además, se realizó una validación externa con otras 252 imágenes de un centro de referencia oftalmológico.
La retina es el único tejido en el que se pueden visualizar a la vez y de forma no invasiva tanto el tejido neural como el vascular. Si con el uso de este tipo de modelos se pudiese identificar una correlación entre las características de las retinas, el sexo asignado y el desarrollo de ciertas patologías, se podrían desarrollar mejores herramientas de diagnóstico, logrando así optimizar tratamientos y métodos preventivos.