EN LOS MEDIOS:
- El 27% de los pacientes revisados padecían algún tipo de problema vinculado con esta patología ocular
- De ellos el 71% desconocía que tenían alguna afección relacionada con el glaucoma
- A tenor de estos resultados desde la clínica se insiste en la importancia de la detección precoz para poder combatir esta patología ocular irreversible que conduce a la ceguera, especialmente entre los colectivos de mayor riesgo: personas con más de 45 años y sobre todo de 60, con historia familiar de glaucoma y con antecedentes de traumatismos oculares o de enfermedades como la diabetes, la miopía u otras enfermedades oculares
Con motivo de la celebración de la Semana Mundial del Glaucoma, el Instituto Oftalmológico Gómez-Ulla organizó una Jornada de Puertas Abiertas para concienciar a la población de la importancia de realizar revisiones oftalmológicas periódicas para la detección precoz del glaucoma, una patología ocular irreversible que no presenta síntomas en sus fases iniciales, conocida como ceguera silenciosa.
De los 26 pacientes que acudieron a la Jornada de Puertas Abiertas, al 27% se le detectó algún problema visual vinculado con el glaucoma y de ellos, el 71% desconocía que padecía algún tipo de afección relacionada con esta patología ocular.
A cuatro personas se les detectó hipertensión ocular (uno de ellos con sospecha de glaucoma en uno de los ojos), dos tenían glaucoma (uno de ellos con glaucoma avanzado y presión intraocular muy alta), un paciente presentaba sospecha de glaucoma en uno de sus ojos y dos con patología retiniana en su mácula en estado incipiente (uno con membrana epimacular y otro con DMAE incipiente).
“Para su diagnóstico, a todas las personas que acudieron a nuestra clínica se les tomó la presión intraocular y se les realizó una fotografía de papila con luz infrarroja para poder valorar el estado del nervio óptico”, afirma el responsable de la Unidad de Glaucoma de la clínica, el doctor Fernando López.
Todos los participantes tenían más de 45 años ya que es a partir de esta edad cuando se recomienda una vigilancia más exhaustiva de la visión, realizando revisiones oftalmológicas frecuentes, para descartar tanto glaucoma como otras enfermedades que puedan producir ceguera.