Ptosis infantil
¿Qué es la ptosis infantil?
Es la elevación incompleta o insuficiente de uno o ambos párpados superiores. El párpado puede descender hasta tapar la pupila o situarse por encima de ésta.
¿Cuáles son sus causas?
La mayor parte de las ptosis pediátricas se deben a una alteración del músculo que levanta el párpado superior (llamado músculo elevador). Suelen aparecer espontáneamente aunque también existen casos hereditarios. Puede asociarse a la alteración de otros músculos que mueven el ojo. Otras causas menos frecuentes pueden ser consecuencia de enfermedades musculares (distrofias musculares), neurológicas (miastenia gravis) o traumatismos.
¿Cuáles son sus síntomas?
Si el párpado tapa la pupila y por tanto el eje visual puede obligar al niño a arrugar la frente, torcer el cuello y elevar el mentón para mirar al frente, produciendo tortícolis. Si, pese a todo, no se consigue mantener el párpado por encima del eje pupilar, puede dar lugar a ojo vago. Además, el párpado caído puede provocar un astigmatismo al deformar la córnea del niño durante un periodo prolongado de tiempo.
En ocasiones puede aparecer ptosis asociada a una alteración en el movimiento del ojo hacia arriba (un estrabismo vertical) o que mejora cuando el niño toma el pecho o biberón (esto se conoce como fenómeno de Marcus-Gunn).
Tratamiento
El tratamiento es quirúrgico y su objetivo es reforzar o reparar el tendón del músculo que eleva el párpado. Si la única repercusión es estética, se suele esperar hasta que el músculo elevador del párpado esté maduro, aproximadamente a los 4-5 años, lo que hace que la exploración del niño sea más fácil y la cirugía sobre el músculo tenga resultados más predecibles. Todos los niños con ptosis deben visitar regularmente a su oftalmólogo para que les haga exámenes oculares y descartar la aparición de ojo vago.
¿Cuándo se debe sospechar de una ptosis?
Debe acudir a consulta cuando el niño:




Uno o ambos párpados descienden hasta tapar la pupila.