En los medios:
- Oftalmólogos gallegos ponen en común en el Instituto Oftalmológico Gómez-Ulla los últimos avances en esta enfermedad de la visión que afecta al nervio óptico
- Se debe estimar una presión diana a la que se considere que no seguirá progresando el daño, que se determinará atendiendo a la gravedad del caso, la velocidad de progresión del daño o la edad del paciente, entre otros factores de riesgo
- El éxito del tratamiento del glaucoma a largo plazo es valorar cada caso de forma individualizada y establecer una buena relación médico-paciente
- La neuroprotección puede llegar a convertirse en el futuro en un tratamiento alternativo para esta afección ocular
Especialistas gallegos en glaucoma se han dado cita ayer en el Instituto Oftalmológico Gómez-Ulla para poner en común los últimos avances en materia de glaucoma, una enfermedad que daña el nervio óptico, que afecta, en la actualidad, a más de 70.000 gallegos y que es la segunda causa de ceguera en España.
El objetivo final de esta iniciativa es ayudar a los oftalmólogos a mejorar el conocimiento del glaucoma en la práctica clínica diaria. Por ello, durante el programa de educación médica, que estuvo moderado por el Prof. Francisco Gómez-Ulla, director médico de la Clínica, se profundizó en esta afección ocular desde diferentes perspectivas: qué ve el paciente y qué ve el oftalmólogo; cuál es el tratamiento individualizado del paciente de glaucoma y en qué consiste el dispositivo XEN 45, un implante de glaucoma mediante cirugía microincisional y sin suturas, creado para el control de la presión intraocular.
Tratamiento individualizado
Durante su intervención, el Dr. Fernando López, oftalmólogo y responsable de la Unidad de Glaucoma, Inflamación Ocular y Uveítis del Instituto Oftalmológico Gómez-Ulla, recordó que actualmente el único factor de riesgo que se puede modificar es la presión intraocular a través de tratamiento médico, quirúrgico o con cierto tipo de láser.
“Bien es cierto que se está trabajando mucho en el campo de la neuroprotección, pero de momento el tratamiento del que disponemos para el glaucoma es la bajada de la presión ocular. Por ello hay que establecer una presión diana, a la que estimamos que no seguirá progresando el daño, teniendo en cuenta la gravedad del caso, la velocidad de progresión del daño, la edad del paciente y otros factores de riesgo”, afirmó.
A la hora de elegir un fármaco es necesario realizar una valoración completa del paciente tanto general como ocular, ya que hay determinados fármacos hipotensores que pueden agravar patologías sistémicas como, por ejemplo, el asma o empeorar una bradicardia.
El Dr. López también recordó que el éxito del tratamiento del glaucoma a largo plazo es valorar cada caso de forma individualizada y establecer una buena relación médico-paciente. Ello posibilitará un mayor entendimiento de la enfermedad por parte del paciente, de la importancia de realizar los tratamientos adecuadamente y de acudir a las visitas programadas, con el fin último de lograr preservar su función visual y calidad de vida.